Endodoncia

Esta es la rama de la odontología que se focaliza en la causa, prevención, diagnóstico y tratamiento de las patologías que afectan al nervio de los dientes. La técnica consiste en realizar una apertura de acceso en la corona del diente para poder llegar hasta la pulpa, extraerla, limpiar el o los conductos y por último sellarlos con un material termoplástico llamado gutapercha.

A veces, más de una visita son necesarias para concluir el tratamiento ya que, en caso de infección, es posible que se deban aplicar medicamentos antibióticos dentro de los conductos cubiertos con empastes provisionales.

Cuando terminamos una endodoncia, es necesaria la reconstrucción de la cavidad que nos ha quedado en la corona del diente. Esto puede hacerse con un empaste tradicional o con una corona, nuestro especialista le recomendará lo más indicado según tu caso y el tipo de diente del que se trate.

Cabe destacar que hay endodoncias unirradiculares, seguidas de las birradiculares y, por último, las multirradiculares. El tratamiento más caro de esta especialidad son las reendodoncias, debido a su dificultad técnica y el tiempo de trabajo.

La realización de determinados tratamientos con la ayuda de un microscopio diseñado específicamente para nuestra labor hace que el trabajo sea más preciso y menos invasivo.
Se trata de una herramienta que ha supuesto un salto de calidad importante en nuestros tratamientos ya que posibilita ver cosas antes totalmente imposibles (el interior de un conducto en un tratamiento de endodoncia), así como solucionar casos anteriormente destinados a la resignación (extracción).

Contar con un aliado de esta importancia confiere un valor añadido a los tratamientos más reducidos. Bien es sabido que sólo se puede diagnosticar lo que se ve y que la inflamación y molestias posteriores a un tratamiento son menores cuánto menor es la intervención realizada.

Aquí pueden ver un video demostrativo en el curso de un tratamiento de reendodoncia (retratamiento de los conductos dentales debido al fracaso de la primera actuación) donde se realiza un acceso microscópico con el fin de retirar el instrumental roto de 1mm del interior de uno de los conductos de un molar. De esta manera se ha podido subsanar el foco infeccioso que presentaba la pieza y por lo tanto conservarla en boca.